Irascibles y fácilmente reactivas, las pieles sensibles viven “al borde de un ataque de nervios”. Esta condición, a veces incontrolable por estar escrita en su ADN y, a veces algo más manejable al venir motivada por agentes externos, es un inconveniente con el que tienen que lidiar día tras día. Como vía de escape, estos cutis tan vulnerables exteriorizan su malestar en forma de irritación, rojez, inflamación, tirantez, falta de confort… de ahí que necesiten un mimo y cuidado especial que vele por sus propios intereses y consiga devolverles ese estado de calma y bienestar que tanto necesitan. Porque como todas las pieles lo que más desean es mostrar su belleza sin limitaciones, así nos lo cuenta DANIEL GARCÍA, REVIDERM (Care & Beauty)Técnico de formación especializado en patologías.