La piel nos habla y puede llegar a revelarnos el origen de ciertas enfermedades. la fisiología cutánea es un verdadero prodigio de la naturaleza. Su mecanismo responde a un engranaje extremadamente perfecto, donde todo está minuciosamente orquestado. Como en un lienzo en blanco, en la piel se escribe toda nuestra historia. Pero no solo eso, en ella se esconden infinidad de mensajes cifrados, que si se saben leer entre líneas, permiten facilitar el diagnostico de ciertas enfermedades sistémicas. Esta faceta de la piel como “sagaz delatora” aporta al profesional una valiosa información sobre lo que pasa en nuestro interior. De ahí que conocerla de cerca suponga una gran aventura. y es precisamente todo lo que queda por descubrir sobre su biología lo que motiva a los científicos a seguir investigando.