• Las mascarillas faciales, siempre que se apliquen de manera regular, aceleran la efectividad de los cosméticos de acción hidratante y protectora.
• La frecuencia de uso depende del ambiente y tipo de piel. Por ejemplo, los cutis secos sufren más en invierno, por lo que es conveniente intensificar el tratamiento los meses de frío.
• Sus beneficios aumentan si antes de extenderlas se aplica agua caliente en el rostro para abrir los poros.
• El momento ideal para aplicar la mascarilla es a partir de las 21 horas, cuando la piel entra en el proceso de regeneración celular.
• Y recuerda poner en práctica el multimasking, técnica que consiste en usar a la vez diferentes mascarillas según las necesidades de cada zona combinada rostro.