El terapeuta de yoga rebalancing, a través del contacto con sus manos, es capaz de leer e interpretar el cuerpo, averiguando el grado de desequilibrio que presenta. Nuestro estado emocional y mental (como por ejemplo una situación continuada de estrés, sentimientos de represión, cuadros de ansiedad…) tiene una repercusión directa sobre el plano físico del organismo, desencadenando en él una alteración que acaba por derivar en enfermedad o algún tipo de inestetismo. Es cierto que nuestro cuerpo tiene la capacidad de adaptarse a situaciones extremas para poder hacer frente a los problemas, pero también es verdad que llega un momento en que éste es incapaz de reaccionar, mostrando como “efecto secundario” la aparición de tensiones musculares, problemas de rigidez, dolores en la espalda, caderas o pies, incluso fatiga crónica o falta de energía. Si a estos repetidos estados de estrés le sumamos la repercusión que tienen sobre el organismo factores como malos hábitos posturales o gesticulaciones incorrectas en las que se fuerza la musculatura, los síntomas todavía se acrecentan más. Así es, el acelerado ritmo de vida que llevamos, repercute, y mucho, en nuestro organismo. Ello se traduce en un desequilibrio entre el sistema nervioso autónomo, simpático y parasimpático. El objetivo del masaje yoga rebalancing es volver a sincronizar todos estos planos para que el organismo recupere naturalmente su confort y bienestar. Para conseguirlo, el terapeuta ejerce manipulaciones de presión profundas sobre determinados puntos estratégicos del cuerpo, combinadas con técnicas de masaje de desbloqueo de las articulaciones. La finalidad es devolver la elasticidad al tejido cutáneo, actuando indirectamente sobre las fibras de sostén, a la vez que se consigue un mejor alineamiento de la estructura corporal. El masajista de yoga rebalancing, a la hora de llevar a cabo la sesión, debe tener en consideración el conjunto de las estructuras del cuerpo, por lo que no sólo incide sobre aquellas zonas afectadas o que presentan algún tipo de sintomatología, sino que trabaja el cuerpo en su totalidad. Para conseguir buenos resultados se aconseja realizar un total de 10 sesiones, distribuidas semanalmente o cada 15 días, dependiendo de cada caso. Aunque también pueden realizarse independientemente, ya que los efectos son inmediatos.
Combinación de técnicas
El masaje yoga rebalancing es un método de trabajo corporal que combina diferentes técnicas:
Masaje profundo de los tejidos. Este tipo de masaje consiste en la aplicación de una suave presión sobre las capas profundas musculares, desde los tendones hasta el tejido conectivo, con la idea de desbloquear posibles alteraciones de los tejidos.
Masaje californiano. Podría decirse que es el masaje antiestrés por excelencia. Esta técnica corporal permite tomar conciencia del cuerpo, con el fin de aliviar la tensión nerviosa. El terapeuta realiza distintas manipulaciones que se llevan a cabo en sincronía con determinados ejercicios de respiración. Las manos del experto actúan suavemente sobre el cuerpo mediante movimientos largos e integradores, permitiendo alcanzar un bienestar físico y emocional, logrando así la unidad entre cuerpo y mente. Se trata de una metodología que asocia movimientos de presión, estiramientos, deslizamientos largos y lentos, amasamientos, fricciones mecimientos rítmicos, para incidir sobre los tejidos blandos. Para realizarlos, el terapeuta utiliza manos, antebrazos y codos.
Estiramientos musculares. Con este tipo de estiramientos se ejerce una tensión mantenida en los músculos, en el sentido contrario a su contracción. De este modo se consigue descontracturarlo.
Liberación articular. Se trata de realizar una maniobra suave para liberar las fijaciones articulares de la columna, sacro, pelvis y caja torácica, e incidir así sobre los tejidos blandos. Este método se emplea en sustitución de la técnica de thrust, que requiere mayor intensidad en el movimiento y una baja amplitud, provocando el crujido de las articulaciones.
Técnicas de “mecimiento” del método Trager. Para realizar este mecimiento del cuerpo no debe emplearse una fuerza muy brusca, sino un movimiento sutil, pues el objetivo es inducir a la relajación y mejorar la agilidad del movimiento corporal.
Técnicas de osteopatía craneosacral. Los huesos del cráneo no están soldados en su totalidad sino que hay un micromovimiento o flexibilidad, a través de las suturas óseas que los separa entre sí. Este ritmo (MRP), genera unas pulsaciones por ondas (de 6 a 12 ondas por minuto) causadas por la rítmica producción y reabsorción del líquido cefalorraquídeo (fluido cerebroespinal). Dicho líquido se produce en los ventrículos del cerebro por filtraciones y secreciones de las redes capilares, llamadas plexos coroideos, y circula por la membrana dural, que rodea interiormente los huesos de la cabeza, bajando por el interior de la médula espinal hasta el sacro y volviendo de nuevo por el sistema venoso. Es la razón por la que los huesos de la cabeza y el sacro tienen un pequeño movimiento y adquieren cierta flexibilidad, permitiendo un ritmo de expansión-contracción, que afecta a todos los órganos y tejidos corporales. El terapeuta cráneo-sacral sabe interpretar este ritmo en las diferentes partes del organismo, advirtiendo a través de él los posibles desajustes del sistema. Cuando ciertas regiones o partes del cuerpo no se mueven armónicamente en respuesta al ritmo flexión-extensión, s eles considera áreas problemáticas. En este sentido, la fascia o tejido conectivo blando, juega un papel muy importante. Las fascia está pegada a los huesos que conforman el sistema cráneo-sacral y se extiende por todo el cuerpo. Cuando ésta sufre algún tipo de alteración se produce automáticamente un fallo en el sistema, y viceversa.
Integración postural y técnicas miofasciales. El masaje miofascial (MMF) consiste en actuar sobre la fascia para mejorar la función del músculo y su interrelación con otros músculos adyacentes, así como con los vasos sanguíneos, linfáticos y nerviosos. Es en la fascia donde empiezan a notarse los primeros síntomas de rigidez muscular, fibrosis, retracciones, puntos miálgicos o puntos gatillo miofasciales, etc. Con esta técnica se logra una reacción casi inmediata del tejido muscular, cosa que no se consigue con el masaje convencional.
Técnicas de liberación somatoemocional. Se trata de una serie movimientos estratégicos a lo largo de “puntos llave” del cuerpo, que ayudan a liberar las causas del estrés negativo.
Ideal para…
- Aliviar dolores de espalda, cuello y lumbares.
- Lograr una mayor elasticidad de los músculos y los tejidos.
- Activar la circulación venoso-linfática.
- Combatir la tensión física y emocional.
- Ayudar al cuerpo a realinearse, obteniendo una correcta postura, incrementando a su vez la kinestesia/propiocepción.
- Promover la eliminación de toxinas y mejorar el aporte de oxígeno.
- Relajar al organismo, incidiendo en el sistema nervioso parasimpático.
- Normalización del BRAC (Ciclo Básico de Actividad y Descanso).
- Potenciar estados mentales positivos.