La respuesta para que un cliente se decida por tu centro está en la emoción que transmites y en la conexión que consigues establecer con el. Esta es la clave que marca tu propia identidad. El objetivo es enamorar al cliente. IAGO DOMEKA Y MACA RIESTRA. Creadores de IdeandoAzul.com, estudio especializado en diseño web estratégico y escuelas online.
Seguro que más de una vez te has preguntado qué hace que un cliente acabe comprando tu producto o, finalmente, se decida por el de tu competencia. Es muy probable que te atormente el no saber qué hace que la balanza se decante hacia un lado o hacia otro cuando, además, estás plenamente convencido de que tu producto o servicio es mucho más completo, más eficaz y, en definitiva, mejor que el de tus competidores. La respuesta es sencilla. Todo se basa en la emoción que transmites y en la conexión que consigues establecer con tu público. Ahí está la verdadera diferencia entre unas marcas y otras. Está más que demostrado que el 90% de las decisiones de compra son emocionales y el 10% restante, racionales. Esto quiere decir que, como en tantas otras cosas de la vida, el corazón gana a la razón. Y es que, cuando un cliente compra un producto o contrata un servicio, en realidad busca mucho más que satisfacer o cubrir una necesidad.
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