Nuevos estudios aseguran que las personas optimistas viven más. Según datos obtenidos por Escuela de Salud Pública de Harvard el estado de ánimo está directamente ligado con el riesgo a padecer ciertas enfermedades e incluso está relacionado con la longevidad. De manera que las personas pesimistas tienen mayor predisposición a presentar alteraciones relacionadas con el corazón, mientras las positivas, además de seguir hábitos de vida más adecuados, pues comen mejor, hacen más ejercicio y duermen mejor, tienden a presentar unos niveles más saludables de lípidos en sangre y más antioxidantes que protegen a las células de posibles daños.