El 19 de octubre es el Día internacional del Cáncer de Mama, y un año más toca insistir en la importancia de la detección precoz, ya que si se diagnostica en fases tempranas los índices de curación superan el 95%. Pero más allá de previsiones optimistas, enfrentarse a cualquier tipo de cáncer obliga en muchos casos a someterse a tratamientos, como radioterapia y sobre todo quimioterapia, que asocian numerosos efectos secundarios. Muchas de estas respuestas adversas se dan en el tejido cutáneo y ahí es donde entra en escena la estética oncológica, que calma, repara y regera la piel. En el caso concreto del cáncer de mama, cuando se ha realizado una mastectomía, toma la palabra la micropigmentación, ténica que logra reproducir a la perfección el complejo areola-pezón.
En la edición de octubre de NUEVA ESTÉTICA encontrarás un completo reportaje dedicado a la Estética Oncológica, donde colaboran 3 profesionales, expertas en esta materia. La primera de ellas es la directora del centro Aina Gómez Estètica i Imatge. Aina nos explica todo lo que puede ofrecer la estética para paliar las alteraciones cutáneas derivadas por un lado de la radioterapia y por otro de la quimioterapia. Esta esteticista comparte también su técnica de masaje neurosedante que ayuda a rebajar cuadros de ansiedad, cansancio, dolores musculares… La segunda de nuestras colaboradoras es Tania Vicenti, especialista y formadora en estética oncológica, Tania nos habla del concepto Belleza como Terapia, en el que aborda tanto aspectos físicos como emocionales, para minimizar el impacto de las terapias oncológicas en la belleza y el bienestar. Y el colofón a este artículo lo pone la micropigmentadora y tatuadora paramédica Gemma Vázquez que nos muestra cómo consigue recrear la areola de forma hiperrealista y con un efecto tridimensional tras una mastectomía.
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