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ESPECIAL LABIOS, DIVINA DELICADEZA

Jugosos y sensuales, los labios hablan del atractivo del rostro. Pero esta zona tan frágil, sensible y delicada delata enseguida el paso del tiempo. En su contorno, las arrugas y las líneas de expresión se asientan a una edad muy temprana. Es más, algunas de estas famosas arrugas tienen, incluso, nombre propio, he aquí el conocido código de barras o las típicas líneas de marioneta.

SOS zona frágil

Triste pero cierto, la piel de los labios es una de las más frágiles y delicadas del rostro. Podría decirse que empiezan a envejecer desde los 25 años. A partir de esta edad, poco a poco van perdiendo humectación y carnosidad.

Hay que decir que los labios carecen de glándulas sebáceas y no pueden ni producir sebo ni autohidratarse. Es por ello que no tienen una película hidrolipídica que los proteja. Además, su epitelio consta de dos capas queratinizadas a diferencia de las ocho que recubren el cuerpo y de las veinte que hay en manos y pies. Lógicamente, esta barrera tan vulnerable se quiebra con rapidez por los bruscos cambios climáticos. Éstos provocan continuas dilataciones y retracciones, traduciéndose en sequedad e irritaciones en la superficie labial. Por ello necesitan cuidados y, en especial, ser hidratados con frecuencia.

Arrugas de expresión

En esta zona, las arrugas de expresión, que surgen movimiento tras movimiento y que se asientan beso a beso, son uno de los enemigos más temidos. Aunque para consolarnos se les suelen llamar arrugas de la felicidad, la verdad es que su presencia no tiene ni pizca de gracia.

En un primer momento, las arrugas de expresión se hacen visibles solamente con los gestos, pero poco a poco se van dibujando cada vez más, formándose incluso pliegues de más de 500 mm de profundidad. Hoy se sabe que los fenómenos que dan origen a este tipo de arrugas se producen a nivel de la unión dermo-muscular. Ahí es donde actúan los músculos que dan vida a la expresión del rostro.

Qué cosmética necesitan

El tratamiento para labios y su contorno se basa principalmente en el empleo de productos cosméticos formulados para contrarrestar las carencias descritas y los signos de envejecimiento que se marcan alrededor de ellos.

Los laboratorios han desarrollado productos multiactivos que tratan, protegen y camuflan las imperfecciones a través de difusores ópticos que atenúan las pequeñas líneas de expresión, reducen las arrugas y arruguitas de los labios y de la zona superior, proporcionando firmeza e hidratación. Además, evitan las descamaciones y grietas, y restauran la suavidad, la flexibilidad y la elasticidad. Por otro lado, protegen los labios de la acción nociva del sol, del frío o del estrés, y los dejan suaves, tersos, e hidratados.

 

Lee el Especial completo en la edición de Octubre de NUEVA ESTÉTICA.

 

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