La piel tiene compañía… así es, los dos metros cuadrados que conforman este poderoso manto protector cuentan con más de un millón de bacterias de mil especies distintas. Estas criaturas microbianas se encargan de salvaguardar la piel y están íntimamente comprometidas con su belleza. Cuando estas familias microscópicas están en peligro, el cutis reacciona “para mal”. Por suerte, la ciencia, siempre en busca de soluciones efectivas, ha encontrado en la cosmética pre y probiótica un fiel aliado para preservar el ecosistema cutáneo, así nos lo explica la dermatóloga Whitney Bowe.
BACTERIAS ALIADAS DE LA PIEL OBJETIVO, PROTEGER EL ECOSISTEMA CUTÁNEO
Si buscas en Google “probióticos para el cuidado de la piel” te saldrán casi un millón de resultados en 0,72 segundos. Y es que actualmente el concepto de productos probióticos está acaparando un especial protagonismo en el campo de la investigación cosmética.
Hablando desde un punto de vista científico, los círculos de I+D están determinando si existe un tiempo y un lugar para los organismos vivos (p.ej. Bacterias vivas) o si solo necesitamos depender de los extractos microbianos (como los péptidos antimicrobianos y los antibióticos naturales a los que nos referimos colectivamente como “sobrenadantes”) para obtener resultados. En otras palabras, se puede disponer de bacterias vivas que sigan viviendo y multiplicándose para regenerar la piel o cultivar bacterias en una gran jarra y espumar todo lo bueno que han producido a partir de sus propio metabolismo y han secretado en el entorno (los sobrenadantes). Los productos secundarios del metabolismo de las bacterias se denominan posbióticos, y algunos tienen efectos positivos en la salud de la piel. Los posbióticos también pueden incluir bacterias muertas por el calor, fragmentos de bacterias y bacterias químicamente, añadiendo algún ingrediente de la rama de detergentes que las rompa) y luego usar ese lisado bacteriano en productos para el cuidado de la piel. Los lisados contienen fragmentos de paredes celulares mezclados con restos de ADN, y esos trozos podrían bastar para alterar una piel sana, Toda esta tecnología se encuentra en sus explosivos inicios, los cosmetólogos están investigando cuál es la mejor manera de utilizarlos.
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EL PODER DE LOS PROBIÓTICOS POR VÍA TÓPICA
La pregunta del millón es ¿Cómo benefician los probióticos a la piel cuando se aplican por vía tópica? Los probióticos imitan las actividades de las bacterias que existen de manera natural en la piel de 3 maneras fundamentales.
Por un lado, actúan de escudo protector produciendo un efecto calmante, a la vez, nos proveen de nutrición contra las bacterias nocivas y finalmente, propulsan la funcionalidad innata de la piel. En definitiva estas formulaciones consiguen frenar el proceso de envejecimiento.
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LOS PROBIÓTICOS TAMBIÉN PUEDEN TOMARSE
Las familias estrella más estudiadas de los probióticos orales son la de las Lactobacillus y la de las Bifidobacterium. Si te fijas, estas cadenas se encuentran en muchos alimentos fermentados, y también en probióticos tópicos.
Diversas cadenas de Lactobacillus demuestran tener efectos (sistémicos) antiinflamatorios. La L. paracasei, por ejemplo, contribuye a reducir el riesgo de muchas dolencias cutáneas desde el interior. Se ha demostrado, además, que mejora la barrera cutánea e impide la pérdida de agua transdérmica. Esta cadena se está estudiando en la actualidad por el efecto que tiene en pacientes que padecen la rosácea o tienen la piel seca o sensible y una dermatitis atópica (ezcema). Por su parte, la L. plantarum es capaz de actuar como un poderoso factor antienvejecimiento, pues combate la formación de arrugas. La familia Lactobacillus también puede reducir las quemaduras solares inducidas por los rayos ultravioleta en la piel. ¿Cómo actúan los complementos dietéticos que la componen? Impiden la esperada disminución inducida por la luz ultravioleta de la densidad de las células de Langerhans. Como bien sabes, las células de Langerhans son una parte fundamental del sistema inmunitario de la piel.
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