COMUNICADO
El sector de la belleza y cuidado personal es un sector dinámico, generador de empleo, intensivo en innovación y plenamente concienciado de la importancia de trabajar unidos frente a la pandemia que está afectando a las personas y a las empresas. Desde el principio de la pandemia el sector ha mostrado su compromiso con acciones continuas de apoyo a los profesionales sanitarios y los hoteles medicalizados, mediante donaciones económicas, de geles hidroalcohólicos, productos hidratantes, sistemas de protección EPI y otras formas diversas. Así mismo, el sector ha trabajado intensamente para establecer espacios de trabajo seguros para sus profesionales y ambientes higiénicos y con garantía sanitaria para todos sus clientes.
Tras el final del estado de alarma, los centros de estética profesional procedieron a realizar una gran inversión económica para adaptarse a unos estrictos protocolos de funcionamiento higiénico-sanitarios determinados por la patronal (Stanpa) y garantizar así la seguridad de clientes y trabajadores. La adaptación de los centros les ha permitido posicionarse como uno de los espacios más seguros para sus clientes no habiéndose detectado ningún brote específico asociado a un centro.
El cierre de 15 días iniciado el pasado 15 de octubre por la Generalitat de Catalunya no obedece a ningún estudio o análisis objetivo que demuestre que puedan generar un mayor riesgo que otros tipos de negocio que se han mantenido abiertos. Esta decisión, además del evidente impacto económico, estigmatiza los centros de estética profesional y no ofrece una imagen fiel del entorno seguro sanitario que representan.
Además, el cierre amenaza en Catalunya la viabilidad de miles de centros que son pequeños negocios impulsados mayoritariamente por mujeres autónomas emprendedoras. Por otra parte, los centros contribuyen al bienestar y la salud de una población que, tras siete meses de pandemia, ha sufrido un impacto físico y emocional enorme tal y como constatan diferentes estudios publicados. En la situación actual de riesgo de saturación de los centros de atención de salud puede ser contraproducente cerrar espacios que permiten contribuir al bienestar emocional de las personas, a su higiene y a su salud.