La alimentación emocional es aquella que impulsa a la persona a comer motivada por su estado de ánimo en lugar de por una necesidad fisiológica. Es decir, esta ingesta es una forma de compensar un sentimiento negativo, independientemente de la sensación de hambre que se tenga. Dr. Ricard Sorio Fuentes. Unidad de la Obesidad Clínica Opción Médica