Todos hemos oído hablar de los radicales libres, unas moléculas muy inestables con tendencia a combinarse con el oxígeno y de un gran poder reactivo. Estas moléculas agresivas atacan a diario unas 10.000 veces nuestro ADN, las estructuras de albúmia (proteína), los compuestos que regulan el metabolismo (enzimas metabólicas) y las grasas (lípidos), provocando oxidación en los componentes celulares y moleculares, incluso alteraciones en el ADN y cambios que aceleran el envejecimiento y que pueden derivar en diferentes enfermedades degenerativas.
Los captadores de radicales libres provenientes de la alimentación pueden ser muchos y muy variados. Generalmente se agrupan en vitaminas, oligoelementos y ácidos grasos saludables. Así que lo que nosotros llamamos nuestros alimentos no sólo nos sirven para productor energía o construir tejidos, sino que nos ayudan a combatir estos componentes tóxicos precisamente resultantes de la combustión de nutrientes llevada a cabo en las células para producir energía.
Los 20 alimentos más ricos en antioxidantes son.. ciruelas pasas, pasa, ajo, fresas, frambuesas, espinacas crudas, coles de Bruselas, moras, ciruelas, brécol, remolacha, aguacate, naranja, uva negra, pimiento rojo, kiwi, cerezas, judías secas, pomelo rosa y cebolla.