• Practicar ejercicios encaminados a fortalecer y reafirmar la zona pectoral.
• La elección de un buen sujetador, que recoja bien el pecho, ayuda mucho a mantenerlo firme.
• Vigilar la postura y mantener la espalda recta tanto al caminar como al permanecer sentadas.
• Llevar una dieta equilibrada; el sobrepeso, entre otros inconvenientes, puede hacer que el pecho caiga.
• Evitar las fluctuaciones importantes de peso y más si son bruscas.
• Aumentar el aporte de proteínas, ya que protegen piel, músculos y tejidos conectivos, y por tanto fortalecen las estructuras que forman el seno.
• No fumar. Los cigarrillos incluyen agentes químicos que afectan al colágeno, propiciando la aparición de flacidez. Cuando la piel del pecho pierde elasticidad, la glándula cede vencida por la gravedad.
• Ducharse con agua no muy caliente, y finalizar el baño con un buen chorro de agua fría en el pecho.
• Hidratar la piel a diario, y si se expone el pecho al sol extremar la protección.
• La lactancia materna no estropea el pecho. Los cambios que sufre el busto al tener un bebe se deben al propio embarazo.