La búsqueda de la naturalidad es condición irrenunciable en medicina estética, especialmente en tratamientos faciales. Por mucho que se consiga corregir un inestetismo o borrar las huellas de la edad, si el resultado altera la expresividad, modifica las facciones o el retoque se percibe exagerado, el tratamiento no podrá considerarse exitoso.
La experiencia y destreza del médico tiene, obviamente, mucho que ver para alcanzar la excelencia en la praxis, pero los laboratorios que elaboran los inyectables intradérmicos también se implican en este asunto. Por eso, estos fillers no sólo son seguros, sino que se adaptan a todas las demandas en estética facial y se integran de manera natural en cada rostro.
En este sentido, el desarrollo de una fórmula híbrida, que incluye microesferas de hidroxiapatita cálcica (CaHa) y ácido hialurónico implica duplicar la efectividad y hace, aún más fácil, cumplir con la premisa de la naturalidad.
En el amplio reportaje dedicado a los inyectables usados en medicina, del número de junio-julio de NUEVA ESTÉTICA, es la Dra. Cristina Arrieta quien se ocupa de descubrir las cualidades de este inyectable mixto, a la vez que ofrece una clase magistral sobre cómo utilizarlo para tratar las señales del paso del tiempo en los tercios inferior y medio del rostro.
Esta especialista en medicina estética concluye que este filler es ideal para tratar pómulos, líneas de marioneta, mentón y arco mandibular y subraya la sinergia de beneficios que se consiguen al sumar el potencial antiedad del ácido hialurónico y de la hidroxiapatita cálcica.
Lee el artículo INYECTABLE HÍBRIDO: ALIANZA DE FUERZAS en la edición de junio-julio de NUEVA ESTÉTICA.
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